Se celebró la semifinal a seis del Circuito de Novilladas de la Comunidad de Madrid en San Agustín de Guadalix. Para la ocasión, se anunciaba a la ganadería de Baltasar Ibán, una de las más bravas y encastadas de la actualidad, por no decir que la que más. Hoy lidió una novillada que no tuvo tanta casta como otras y fue muy toreable, pero brava en líneas generales.

Jesús de la Calzada lo dio todo. Recibió al novillo con su ya clásica portagayola de espaldas, aunque el de Baltasar Ibán le desarmó. Empezó su faena de muleta con el cambiado por la espalda de rodillas en los medios. La faena volvió a coger vuelo en otra serie de derechazos en redondo, de nuevo de hinojos, antes de irse a por la espada. Quiso rizar el rizo y dar otra serie de rodillas, esta vez al natural, y el utrero le prendió feamente, pero sin consecuencias. El pinchazo se llevó la oreja, que se quedó en una vuelta al ruedo.

Otro que estuvo bien fue Marcos del Rincón. Fue el novillero que más templado toreó, sobre todo en los pases de pecho.

El novillo de la tarde se lo llevó Pepe Luis Cirugeda. Al igual que Jesús de la Calzada, también de fue a portagayola (de frente, en este caso) y empezó su faena de muleta, igualmente, de rodillas.
Destacó en una serie de derechazos desmayado. Mejor con la derecha que con la izquierda. No acabó de aprovechar la buena condición del novillo. Remató su faena por manoletinas.

Alejandro Chicharro realizó dos quites por gaoneras: el del novillo de Cirugeda y el suyo. Este último fue más manso, pero lo sujetó bien para que no se rajase. Previamente, el novillo había sido protestado de salida por estar escobillado.

El novillo más complicado le cayó a Álvaro de Chinchón, quien tampoco lo entendió. Está muy verde. El novillo soltaba el tornillazo al final del muletazo y le enganchaba en todos. Bien el presidente aguantando la petición autobusera.
Como a todos los novillos se le ovacionó en el arrastre, algo que sorprendió hasta al mayoral de la ganadería, que comentaba en el callejón: «no ha tenido clase ninguna».
Rubén Núñez mostró una versión muy firme, aunque también más fría que la del resto de compañeros que actuaron posteriormente. Se picó muy mal al novillo, sin rectificar. Lo mejor fue su vistoso quite por crinolinas por bajo.

Plaza de toros Antonio Ronda de San Agustín del Guadalix (un tercio de plaza). Novillos de Baltasar Ibán, con opciones todos. Destacó el quinto. Los peores fueron el primero (sin clase) y el sexto (más manso).
– Álvaro de Chinchón: vuelta al ruedo tras petición.
– Rubén Núñez: ovación.
– Jesús de la Calzada: vuelta al ruedo tras petición.
– Marcos del Rincón: ovación.
– Pepe Luis Cirugeda: vuelta al ruedo tras petición y aviso.
– Alejandro Chicharro: ovación tras petición.

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