Ayer se celebró la final a tres de la Copa Chenel en Alalpardo. El gran favorito, Isaac Fonseca, no defraudó, y tendrá la oportunidad de coronarse como vencedor el próximo domingo en «su plaza» de Colmenar Viejo (donde vive). Se enfrentará a Juan del Álamo, quien se clasificó de manera muy ajustada con Borja Jiménez. El sevillano se quedó fuera por muy poquito.
Abrió plaza un negro entrepelado de Ana Romero. Se esperaba mucho más de estos santacolomas. Juan del Álamo toreó muy templado con el capote. Sin duda, con lo que mejor anduvo. Con la muleta fue desarmado, aunque la faena consiguió coger vuelo por la ligazón que tuvo. Cortó una oreja.
El cuarto, de Victoriano del Río, fue un toro aprovechable. Por aquel entonces, Isaac Fonseca ya había demostrado que es un perro de presa, lo que condicionó a sus adversarios. Si querían pasar, se la tenían que jugar como había hecho el mexicano. A Juan le pudieron las ganas. Estuvo algo acelerado y, como remate, entró a matar de una forma nunca antes vista. Desde el estribo, corriendo a gran distancia hasta llegar a la jurisdicción con el toro, que estaba distraído. De influencia ferrerista, pero distinto, ya que Antonio va andando despacito y puede medir mucho mejor cómo dejar la espada. Del Álamo dejó media como pudo y eso le quitó (quizás) otra oreja. ¡Chapó por el presidente de la Copa Chenel!
También acertó al no devolver al sexto. Fue un toro justísimo de fuerzas de Ana Romero, pero es que apenas se había caído en los primeros tercios. Fonseca se justificó con él y cerca estuvo de sufrir un susto. Lo mató de una gran estocada que le valió una oreja.
Se llevó al peor toro, pero también al mejor. El primero de los de Victoriano del Río fue el tercero de la tarde. Un toro para bordar el toreo. Sin embargo, Fonseca tiró más de valor que de toreo. Tampoco podíamos esperar otra cosa de Isaac, que es todo garra. Desde la larga cambiada en el saludo capotero a las manoletinas finales, pasando por los cambiados de rodillas en el centro para iniciar faena y otro cambiado de espaldas al final de la misma. Fonseca jugó sus cartas y dio una buena imagen, por lo que cortó dos orejas. De largo es el mejor torero de esta edición de la Copa Chenel, pero cuando sale un toro así se echa en falta más toreo fundamental.
Borja Jiménez firmó muletazos muy templados con el segundo. El de Ana Romero se dejó, sin ese picante que, a veces, tiene Santa Coloma. La faena fue larga y a menos, aunque hubo buenos pases de pecho y remates en forma de desdenes y pases de la firma.
Tras la larga cambiada (los tres toreros ejecutaron esta suerte), Borja Jiménez toreó muy bien a la verónica rodilla en tierra al de Victoriano, que estaba cogido con alfileres. Por eso, la larga serie de Borja con la que empezó faena no le ayudó, sin quitarle el mérito que tuvo torear de rodillas tan despacio, porque al toro ya le costaba. Tragó mucho. Otra vez se pasó de faena y ese aviso (que resta medio punto) le impide entrar en la final. Este sistema de puntuación está muy bien porque penaliza el ponerse pesado. Los toreros deben medir sus faenas.
Plaza de toros de Alalpardo (casi lleno): final a tres de la Copa Chenel. Toros de Ana Romero (descastados; sin fuerza el sexto) y Victoriano del Río (bien presentados y bravos, destacando el tercero; el quinto tampoco tuvo fuerza).
– Juan del Álamo (de blanco y plata): oreja y ovación tras petición.
– Borja Jiménez (de verde y oro): ovación y ovación tras aviso.
– Isaac Fonseca (de sangre de toro y oro): dos orejas y oreja.
Crítica taurina 
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