GINÉS MARÍN MUESTRA SU GRAN MOMENTO EN MEDIO DEL AGUACERO PREVIO A LA SUSPENSIÓN

Llovió antes del comienzo del festejo, pero la gran tromba cayó tras la muerte del primero. Se esperó a ver si pasaba la tormenta, pero como esta no cesaba, Ginés Marín decidió dar un paso al frente y que saliese ese segundo toro de la tarde. Lo recibió por verónicas y chicuelinas. Después, hubo una gran media en el quite. Con el ruedo convertido en una piscina, Ginés lo sujetó, evitando que el toro resbalase. Ni él tampoco, claro. Siempre estuvo muy firme. Hasta se atrevió con una improvisada arrucina. ¡Qué bien realiza este pase! Se puso tarde al natural y ahí el toro ya cantó la gallina. Tuvo que ir a buscarlo a tablas para cerrar su faena. Sonó un aviso, pero cortó las dos orejas, que le permitieron salir a hombros aún habiéndose interrumpido la corrida a la mitad.

Se veía venir que Cayetano no iba a querer torear en esas condiciones. Al ser el director de lidia, él tenía la última palabra. Por eso, aunque la tormenta ya había pasado, cuando tuvo que salir el cuarto toro la corrida se suspendió «por decisión de los matadores», según la megafonía. Debían haber dicho por decisión de Cayetano.
Y es que después de que Ginés Marín echase su toro para adelante, el local Amor Rodríguez no podía ser menos. Apenas torea y hoy que tenía la oportunidad no la quería dejar pasar.
Amor acompañó las embestidas más que toreó. Realmente, torear no era fácil. El toro perdía las manos por el mal estado del piso. También porque, probablemente, tenía menos fuerza que el anterior (que no se cayó) y porque no cayó en las privilegiadas muñecas de Ginés.
Pegó un sainete con la espada.

Cayetano Rivera tuvo un torero inicio de faena sentado en el estribo. Marca de la casa. Después la faena destacó por el empaque y por varios recursos, como molinetes. También falló con la espada.


Plaza de toros de Torrejón de Ardoz (más de media plaza): toros de Castillejo de Huebra, muy en el tipo de la casa. Con clase, aunque mansos y sin casta en líneas generales. Se dejaron.

Cayetano Rivera (de azul grafito y oro): silencio.
Ginés Marín (de corinto y oro): dos orejas tras aviso.
Amor Rodríguez (de tabaco y oro): silencio tras aviso.

*La corrida se suspendió a la muerte del tercer toro.

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