Borja Jiménez y Daniel Luque se medían en mano a mano con los toros de Fuente Ymbro, que lleva una gran temporada y hoy lo ha ratificado. Era la primera corrida de toros de la Aste Nagusia y, también, la de mayor interés de cara al aficionado. No tanto de cara al público general.
Borja Jiménez se ha consagrado definitivamente como figura tras las dos puertas grandes que ha conseguido en Madrid y esta de hoy en una plaza de la importancia de Bilbao. A ello hay que sumar sus actuaciones en Pamplona, las orejas en Sevilla… Ya se puede hablar de su consagración. El torero de Espartinas siempre sale con todo, pisando el acelerador. Arreando como Espartaco. En sus tres toros se fue a portagayola. En la primera de ellas tuvo que echar cuerpo a tierra y el fuenteymbro le hizo hilo. No llegó a cogerlo porque el animal resbaló en la arena gris de Bilbao, que ha recuperado su color tradicional después de dos temporadas post-pandemia en las que fue marrón oscura.

La segunda de las portagayolas fue la que mejor le salió. La ligó a unos delantales con el toro repitiendo con codicia y una notable media.
No tuvo suficiente y al cierra plaza también lo saludó en la puerta de chiqueros. Tampoco dejó pasar un quite. Esa es la actitud que debe tener un torero que quiere llegar a lo más alto. Por eso hay que poner a este tipo de matadores que salen arreando en vez de a los que ya están amortizados y que andan en horas bajas (véase Talavante, por ejemplo). Igual que lo digo de Borja lo digo de Fernando Adrián (aunque Jiménez me parece mejor torero), que no están puestos en muchas de las ferias, pero sí en Madrid en un mano a mano en el que van a saltar chispas.

A su primer toro Borja Jiménez lo toreó encajado y dejando buenos muletazos, especialmente, el final por bajo con una bonita trincherilla y algún natural roto, casi espatarrado. No obstante, la oreja fue más bien por el estocadón recibiendo. Hasta la bola.

Otra oreja cortó al cuarto (con exagerada petición de la segunda). La oreja fue de ley por el conjunto de su obra, desde el saludo capotero y el quite por ceñidas chicuelinas a la estocada final. Arriba y con muerte de bravo del toro de Ricardo Gallardo, resistiéndose a caer. La faena de muleta fue más irregular y acelerada. Incluso atropellado al final buscando el aplauso fácil con cambiados por la espalda y la noria. No obstante, hubo muletazos buenos en este desigual trasteo con un buen toro.
La faena rotunda fue la del sexto. Esta sí que era de dos orejas… de haber matado bien, mas pinchó en el primer intento y se le fue caída la estocada en el segundo.
Con qué temple toreó a este gran toro de Fuente Ymbro, que se ralentizó en la franela de Borja. Tres series verticales con la derecha, con bonitos remates por bajo y dos por la izquierda. Ahí, al natural, estaba la clave de la faena. Lo cuajó, toreando muy despacio y rematando siempre detrás de la cadera. El epílogo con ayudados por alto barriendo el lomo del burel primero y por bajo después fue precioso y lleno de hondura y profundidad. La pena es que esta vez fallase con la espada, como ya le ha pasado otras tardes importantes. Debió cambiar los terrenos al toro, que estaba distraído. No obstante, volvió a tocar pelo, aunque solo una oreja en vez de las dos que se había ganado.

El abreplaza rozó la invalidez. Por esa escasez de fuerzas le costaba ir hasta el final y embestía con sosería. Sin embargo, Matías se empeñó en mantenerlo, aunque la plaza era un clamor pidiendo que volviese a corrales, que era lo correcto. El toro se vino algo arriba en las privilegiadas manos de Luque, que lo condujo a media altura con estética, pero es muy difícil transmitir con un toro así. Solo lo consiguió con su clásico final por luquesinas. En la suerte suprema el toro se volvió a ir al suelo y junto a él Daniel, a quien (lógicamente) también se le fue la mano y lo degolló.

A partir de ahí la tarde de Luque, que no había empezado mal, bajó de modo radical. No hay nada que destacar de su labor con el tercero y el quinto. Del tercero sí que hay que reseñar que fue muy bien picado por «El Patilla», que lo cogió en el sitio. Este toro cortó mucho el viaje en banderillas, haciendo pasar un mal rato a Iván García, lo cual es noticia. Con la muleta no mostró la casta que esperábamos.
El quinto remató la mala suerte de Luque en el sorteo… y con los trastos, pues en esta tarde se le partieron dos estaquilladores y una muleta, además de un capote a su cuadrilla.
Fuente Ymbro no echó una corrida excelsa, pero sí una corrida interesante que ratifica su buen momento. Borja Jiménez pasó claramente por encima de Daniel Luque. Luque en unos días tiene otro mano, en esta ocasión con Emilio de Justo y los toros de Rehuelga. Aquí tendrán la crónica de esa corrida en Cuenca.

Plaza de toros de Bilbao (un quinto de plaza). Toros de Fuente Ymbro, bien presentados, astifinos y de juego desigual, pero interesante en su conjunto. Destacaron el cuarto y el sexto, dos toros bravos. Más encastado el cuarto y más enclasado el sexto.
– Daniel Luque (de nazareno y oro): ovación, silencio y silencio.
– Borja Jiménez (de gris perla y oro): oreja, oreja con petición de la segunda y oreja.

