La primera corrida de toros de esta semana comenzó fuerte con una importante de Román, pero cayó en el aburrimiento hasta el sexto, un toro de Pedraza de Yeltes completo en todos los tercios, muy lucido por Fonseca y su cuadrilla, al que se premió con la vuelta al ruedo en el arrastre, muy solicitada por el 7.

«Brigadier» tuvo las hechuras típicas de la casa: colorado, grande y alto. Hasta 667 kilos pesó en la báscula. Casi nada. El que menos pesó de la corrida pesó 595 kilos. Seguro que es la más pesada de la feria y, posiblemente, de la temporada en Las Ventas.
Tomó tres varas arrancándose de lejos. Hay que felicitar a Fonseca el lucirlo en el caballo colocándolo a gran distancia, a pesar de que el segundo puyazo se le fue abajo a Borja Lorente. Paletillero, mas rectificó presto. El tercero sí lo cogió en el sitio y puso al público en pie. No bajó la intensidad con los dos enormes pares de Juan Carlos Rey, uno de los mejores hombres de plata de la actualidad, por no decir el mejor (fíjense que no digo banderillero, porque en la lidia es igual de bueno). Tampoco desentonó «Tito» en su par ni Raúl Ruiz en la lidia. Mucho mejor este tercio de banderillas que los de Colombo, dónde va a parar.
Al toro le hicieron bien las cosas y este respondió. Embistió a la muleta de Fonseca con temple. El mexicano empezó de hinojos en los medios para torear en redondo. La siguiente serie ya en vertical sobre la diestra fue notable, marcada por la hondura. Se encajó mucho de riñones aunque a veces se quedaba fuera de cacho. Rápido se escuchó un grito de «Fonseca, que toro se te va a ir» cuando la faena bajó de intensidad al natural. Ahí estuvo peor el mexicano, aunque lo cierto es que ese público que tomó partido por el toro debe agradecerle a Isaac el que permitiese verlo en toda su dimensión.
Isaac Fonseca recurrió mucho al doble o triple pase de pecho, pero el final de faena fue muy inspirado, con una trincherilla mirando al tendido cumbre. De cartel. Como suponíamos, se tiró derecho a matar, llevándose un golpe en la cabeza. Pinchó. A la segunda enterró la espada y cortó la oreja. Finalmente, también asomó en el palco el pañuelo azul para el toro de Pedraza.

La tarde comenzó vibrante con un manso encastado de la ganadería charra. El toro tenía tralla, pero acabó rajado. Ya se vio cómo embestía en el acelerado quite de Colombo. Se volvió a comprobar en el inicio de faena de Román. Por bajo. Lo que el toro requería para poderlo, pero en un primer momento pudo el toro, que le arrancó la muleta a Román. El valenciano siguió por el mismo palo con más éxito en esta segunda ocasión. Después, se echó la muleta a la izquierda y adelantó la pierna en cada cite, con gran valor y pureza. Así se viene a Madrid. Román conoce bien esta plaza y siempre que viene lo da todo, pero el toro se rajó. Por ello, tuvo que dejar de torear al natural, ya que al vaciar el muletazo el animal buscaba las tablas, para ponerse con la derecha y dejársela en la cara. Ahí humilló el pedraza. Muy bien Román. La estocada no bastó y con el descabello perdió una posible oreja. Justa vuelta al ruedo.

Otra vuelta al ruedo dio Jesús Enrique Colombo tras el espadazo al tercero. Tal y como hizo Ginés Marín el domingo. Previamente, había clavado las banderillas arriba, aunque a toro algo pasado. Con la muleta es un torero que no dice nada y tuvo que recurrir a las manoletinas.
No brilló tampoco con el quinto. ¿En otras manos se podría haber sacado algo de este toro? No lo sabemos. Se le criticó mucho el banderillear a toro claramente pasado en este caso.

Fonseca había estado desbordado por el tercero, que no es que fuese un torrente de casta, pero tenía una embestida muy incómoda porque tenía poca fuerza y apenas pasaba. Por eso, Isaac no fue capaz de quedarse quieto en toda la faena. No obstante, mejoró mucho su imagen en el sexto.
A Román le pasó lo contrario. Emborronó en el cuarto la gran imagen que dio en el primero. A este le dio pases sin decir nada y se atascó muchísimo con los aceros, uno de los grandes debes del valenciano.
Plaza de toros de Las Ventas (17.782 espectadores comenzaron el festejo, pero muchos se fueron por la lluvia). Toros de Pedraza de Yeltes, bien presentados y con muchísima caja. De media pesaron 622 kilos. Destacó el sexto, muy completo. Se le premió con la vuelta al ruedo.
– Román: vuelta al ruedo y silencio tras aviso.
– Jesús Enrique Colombo: vuelta al ruedo tras aviso y silencio.
– Isaac Fonseca: silencio y oreja.

