José Escolar lidió una interesante corrida con un gran cuarto toro, que se le fue a Esaú Fernández, otro con buen pitón izquierdo, el primero, con el que tampoco se acabó de acoplar el sevillano, y un quinto muy complejo, pero de embestida emocionante, con el que hizo un gran esfuerzo el mejor torero (de largo) de la terna de hoy: Gómez del Pilar, que cortó una oreja.
Si bien en los tres primeros toros la corrida de José Escolar había decepcionado, tanto por presentación como por juego, la segunda parte subió mucho en ambos aspectos.
Al cuarto de la tarde lo recibió Esaú Fernández a portagayola prácticamente en la raya, muy cerca. Como se debe hacer. El toro manseó en el tercio de varas, pero se vino arriba en la muleta de Esaú, que no explotó sus posibilidades. El toro embistió con repetición, siendo un toro de triunfo claro, al que el diestro realizó un trasteo muy vulgar, siempre retorcido y sin cargar la suerte. Tras destorear, cerró muy rápidamente la faena con unas manoletinas que no venían a cuento. Está demasiado acostumbrado a los pueblos. Mal Esaú dejándose ir este toro. Pocos tendrá de tantas opciones en Madrid… aunque le sigan poniendo. Su presencia en la feria estaba totalmente injustificada.
Mató de una estocada delantera.
Tampoco se había acoplado con el primero, un toro de trapío escaso para Madrid (la cabeza de camada seguro que va a Pamplona). Le dio algunos naturales, pero ese toro era para cuajarlo por ese pitón izquierdo y Esaú no lo hizo. Tuvo el mejor lote (mejor el cuarto toro que este primero), pero no lo aprovechó.
El que mejor estuvo fue Noé Gómez del Pilar. No tuvo opciones con el reservón segundo, al que macheteó con acierto.
El quinto, siendo muy complicado, brindó algunas opciones, aunque había que tragar mucho. Gómez del Pilar lo hizo y ligó varias series con la diestra con el toro embistiendo sin nada de clase, pero con emoción por sus evidentes dificultades. No se impuso el torero, pero tampoco se vio desbordado, que no es poco. Al final, la faena volvió a tomar vuelo y cortó una meritoria oreja. Tampoco ayudó la habitual carnicería de Sangüesa a caballo, picando en la paletilla (no es la primera vez). Se trató de lucir al toro en una tercera vara a la que fue remiso a acudir, aunque finalmente lo hizo.
Miguel de Pablo lidió en primer lugar a un toro asaltillado que no le brindó muchas opciones.
El sexto fue una pintura. Un toro muy serio, astifino y precioso. De los más bonitos de la feria (tal vez el que más).
Se le picó fatal. Otro toro más al que se pica pésimamente. Urge retirar el oro de la chaquetilla de los picadores, porque es una vergüenza como se pica tarde tras tarde.
Miguel de Pablo porfió con él, pero el toro estaba muy desentendido, pasando sin celo… hasta que dejó de pasar. De Pablo fue prendido, siendo lanzando por los aires cogido por la espalda. Se libró de la cornada. De nuevo, volvió a la cara del toro, pero este ya no acudía a los cites, ni tenía recorrido cuando Miguel de Pablo lograba que se arrancase. Por eso, tomó la espada y finiquitó la interesante tarde.
Plaza de toros de Las Ventas (17.219 espectadores). Toros de José Escolar desiguales de presentación y complicados. Destacó el pitón izquierdo del primero, el cuarto (el mejor) y el encastado quinto.
– Esaú Fernández (de tabaco y oro): silencio y pitos.
– Gómez del Pilar (de azul pavo y oro): silencio tras aviso y oreja tras aviso.
– Miguel de Pablo (de azul noche y oro): silencio en ambos.
Crítica taurina 
Deja un comentario