EL ARTE DE MORANTE Y EL VALOR DE ROCA REY SIN TORO EN TOLEDO

Falló el toro en la tradicional Corrida del Corpus de Toledo, algo que cabía dentro de las posibilidades tratándose de Daniel Ruiz. Ni juego, ni buena presentación. Todo lo contrario. Presentación infame por anovillados y más que sospechosos de pitones, siendo suaves. En especial, el tercero y el quinto, que fueron para Tomás Rufo y Roca Rey, pero podrían haber sido para Diego Ventura y Lea Vicens, por ejemplo.


Morante está, tal vez, en su mejor momento y saca petróleo en toros en los que en otro momento habría tirado por la calle del medio, como el sobrero de hoy, al que realizó un inicio de faena cumbre. Para el recuerdo. Como también fue sensacional el inicio de faena de Roca Rey al segundo. Cada uno en su estilo.

Abrió plaza un toro negro que salió embarrado y al que Morante le pegó alguna verónica suelta. El de Daniel Ruiz estaba muy justo de fuerzas y le costaba un mundo pasar. Por eso, Morante lo hizo todo a favor de obra, sin exigirle nunca y llevándolo a media altura. Logró un gran natural, pero la espada se le fue abajo.

Al cuarto lo recibió con dos faroles de pie que levantaron los olés del respetable, seguido de unas cadenciosas chicuelinas. Sin embargo, se cargaron al toro en el caballo. Estando Morante de por medio puede quedar la sospecha de que fuese por orden de José Antonio, aunque no parece que el toro no le hubiese gustado y, quizás, fue simple mala suerte.
El toro quedó lesionado y el público pidió el cambio con vehemencia. El presidente se hizo de rogar y Morante de La Puebla le hizo un gesto tocándose el oído, como diciendo; «¿Es que no escuchas al público?».

Salió el sobrero y no se pudo estirar a la verónica. Este pareció que ya desde el principio no le gustó, por lo que nos temíamos la espantada. Por el contrario, Morante se sentó en el estribo y realizó un inicio de faena torerísimo con un molinete marca de la casa y un natural como remate profundo y despacioso. Excelso inicio y el público en pie. Fue una pena que el toro no tuviese motor para poder mantener el tono de la faena, aunque no faltaron los detalles toreros en forma de molinetes, cambios de mano, un desplante tocando el pitón… Morante está en estado de gracia. Tras una estocada arriba cortó una meritoria oreja.


Dos orejas le cortó Roca Rey al segundo tras una faena made in Roca Rey. Quitó por gaoneras y empezó su faena de muleta de forma explosiva, toreando de rodillas y realizando una ajustadísima arrucina de enorme exposición.
Ya de pie dio dos series ligadas de derechazos. Una ellas perfectamente enlazada con el remate de pecho con la izquierda casi en redondo, que tan bien hecho tiene este torero.
Al natural la faena bajó mucho. Roca Rey no es un prodigioso del arte, ni del temple. Necesita un toro con motor y en cuanto este comenzó a pararse y no pudo ligar se quedaba fueracacho. Aunque lo peor fue como tiró líneas, sobre todo con la izquierda.
Con el arrimón remontó la faena. Circulares, toreo en ochos y desplantes mirando al tendido con los pitones rozándole las taleguillas. Volvió locos a sus seguidores. Hay que tener mucho valor para hacer esto a los toros, pero faltó, como normalmente, toreo puro y fundamental.
En lo que es el mejor es en la suerte suprema. Es el as de espadas por lo bien que hace la suerte, principalmente. Se pone en corto y por derecho, echa los vuelos abajo despacio y pone la estocada arriba, aunque en este caso requirió de un descabello.

Nada pudo hacer con inválido y rajado quinto. Lo mató rápido y hay que agradecérselo.


Al impresentable tercero lo recibió Tomás Rufo en la puerta de chiqueros. Alarde de valor del torero local tras las dos orejas del peruano. No quiso quedarse atrás, demostrando raza (la que no tuvieron los toros) y vergüenza torera, aunque poco pudo hacer después. Ya de noche, se empeñó en arrancar como fuera la oreja al sexto y lo hizo (alguno hasta le pidió la segunda, que habría sido pueblerina) tras una faena un tanto pegapasista.


Plaza de toros de Toledo (lleno de «No hay billetes»). Toros de Daniel Ruiz, muy mal presentados: anovillados y sospechosos de pitones (sobre todo, tercero y quinto). De mal juego en líneas generales.

Morante de La Puebla (de grosella y oro): ovación y oreja.
Roca Rey (de azul grafito y oro): dos orejas tras aviso y silencio.
Tomás Rufo (de verde hoja y oro): ovación y oreja con petición de la segunda.

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